Todavía me acuerdo del primer día en la consulta. Agobiada por contar mis miedos, mis intimidades, ¿sería capaz de abrirme con ella? Pues SÍ, conectamos. ¡Y de qué forma! Gracias a Jessica cada día voy avanzando, aprendiendo a manejar mis emociones, sobre todo las desagradables, y con diferentes técnicas voy progresando. Ya hay un antes y un después, ya no hay esos picos de ansiedad, soy capaz de resolver mis problemas, mis miedos... Y disfruto de verdad de mi día a día, del presente. Solo tengo palabras de agradecimiento, por su empatía, cariño e implicación.
Gracias por estar siempre ahí.
R.P.